martes, 25 de diciembre de 2012

Lecturas del Día Martes, noviembre 27 2012

Primera lectura:
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 14, 14-19
Yo, Juan, tuve otra visión: Vi una nube blanca y en ella a alguien que parecía un ser humano, con una corona de oro en la cabeza y una hoz afilada en la mano. Entonces un ángel salió del templo y le gritó con potente voz al que estaba sentado en la nube: "Empuña la hoz y ponte a segar; el tiempo de la cosecha ha llegado ya; la mies de la tierra está madura". El que estaba sentado en la nube pasó su hoz sobre la tierra y recogió la cosecha de la tierra.
Salió otro ángel del templo celestial, también él con una afilada hoz en su mano. Y salió del templo otro más, el ángel que tiene poder sobre el fuego, y le gritó con potente voz al que tenía la hoz afilada: "Empuña tu hoz afilada y corta los racimos de la viña de la tierra, porque sus uvas ya están maduras". El ángel acercó su hoz a la tierra, cosechó la viña de la tierra y echó los racimos en el gran lagar de la cólera de Dios. Pisaron las uvas en el lagar fuera de la ciudad, y del lagar corrió tanta sangre, que subió hasta los frenos de los caballos, en una extensión de unos trescientos kilómetros.

Salmo responsorial:
Del salmo 95
Que todo se alegre ante el Señor.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. El afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino; salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.

Evangelio:
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 5-11
En aquel tiempo, como algunos ponderaban la solidez de la construcción del templo y la belleza de las ofrendas votivas que lo adornaban, Jesús dijo: "Días vendrán en que no quedará piedra sobre piedra de todo esto que están admirando; todo será destruido".
Entonces le preguntaron: "Maestro, ¿cuándo va a ocurrir esto y cuál será la señal de que ya está a punto de suceder?” Él les respondió: "Cuídense de que nadie los engañe, porque muchos vendrán usurpando mi nombre y dirán: 'Yo soy el Mesías. El tiempo ha llegado'. Pero no les hagan caso. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones, que no los domine el pánico, porque eso tiene que acontecer, pero todavía no es el fin".
Luego les dijo: "Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro. En diferentes lugares habrá grandes terremotos, epidemias y hambre, y aparecerán en el cielo señales prodigiosas y terribles".

1 comentario:

  1. El Evangelio de san Lucas nos presenta un fragmento del discurso escatológico. La ruina y la destrucción de Jerusalén profetizada por el Señor Jesús será el comienzo de un periodo de gran confusión y crisis. Las confrontaciones violentas cancelan proyectos personales, arruinan creaciones artísticas, esfuerzos y sudores de familias enteras. En esas circunstancias la gente se siente desorientada y aturdida. Hasta podría llegar a sentirse "dejada de la mano de Dios". En esas situaciones particularmente graves es más que urgente apoyarse en Dios. En ese mismo clima nos ubica el pasaje del Apocalipsis. Con las imágenes de la siega y la vendimia se presenta la inminencia del juicio final. El tiempo de la cosecha, el acopio de espigas repletas de grano o huecas y vacías marcará la diferencia. Las uvas dulces o las uvas agraces distinguirán a justos de malvados. En el momento decisivo no valdrán las excusas. Existen árboles buenos en apariencia, cubiertos de un verde follaje pero que están desprovistos de fruto. La existencia se llena de sentido por la calidad y cantidad de acciones que generaron paz, vida y justicia.

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