domingo, 30 de diciembre de 2012

Lecturas del Día Martes, diciembre 11, 2012

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Primera lectura:
Del libro del profeta Isaías: 40, 1-11
"Consuelen, consuelen a mi pueblo, dice nuestro Dios. Hablen al corazón de Jerusalén y díganle a gritos que ya terminó el tiempo de su servidumbre y que ya ha satisfecho por sus iniquidades, porque ya ha recibido de manos del Señor castigo doble por todos sus pecados".
Una voz clama: "Preparen el camino del Señor en el desierto, construyan en el páramo una calzada para nuestro Dios. Que todo valle se eleve, que todo monte y colina se rebajen; que lo torcido se enderece y lo escabroso se allane. Entonces se revelará la gloria del Señor y todos los hombres la verán". Así ha hablado la boca del Señor.
Una voz dice: "¡Griten!", y yo le respondo: "¿Qué debo gritar?". "Todo hombre es como la hierba y su grandeza es como flor del campo. Se seca la hierba y la flor se marchita, pero la palabra de nuestro Dios permanece para siempre".
Sube a lo alto del monte, mensajero de buenas nuevas para Sión; alza con fuerza la voz, tú que anuncias noticias alegres a Jerusalén. Alza la voz y no temas; anuncia a los ciudadanos de Judá: "Aquí está su Dios. Aquí llega el Señor, lleno de poder, el que con su brazo lo domina todo. El premio de su victoria lo acompaña y sus trofeos lo anteceden. Como pastor apacentará a su rebaño; llevará en sus brazos a los corderitos recién nacidos y atenderá solícito a sus madres". Palabra de Dios. 

Salmo responsorial:
Del salmo 95
Ya viene el Señor a renovar el mundo.
Cantemos al Señor un nuevo canto, que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo, proclamemos su amor día tras día.
Su grandeza anunciemos a los pueblos; de nación en nación, sus maravillas. "Reina el Señor", digamos a los pueblos, gobierna a las naciones con justicia.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones. 

Evangelio:
Del santo Evangelio según san Mateo: 18, 12-14
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "¿Qué les parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿acaso no deja las noventa y nueve en los montes, y se va a buscar a la que se le perdió? Y si llega a encontrarla, les aseguro que se alegrará más por ella que por las noventa y nueve que no se le perdieron. De igual modo, el Padre celestial no quiere que se pierda uno solo de estos pequeños".
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1 comentario:

  1. Ninguna imagen tan querida para el Señor Jesús como la del pastor responsable de su oficio y atento a sus ovejas. El profeta Isaías aplica la imagen del pastor cariñoso que abraza a los corderitos en referencia al Señor. Dios está a cargo de la gente menuda. Nunca los ha abandonado. Si la retahíla de desgracias que sufren los pobres pareciera hacernos creer lo contrario, hemos de advertir, que las desgracias que sufre la gente indefensa son atribuibles al abuso de los violentos y en manera alguna al desinterés de Dios. El Evangelio ratifica lo dicho y lo ilustra con la vida misma de su Hijo. En su condición de mediador transparente del amor preferencial de Dios por los marginados, el Señor Jesús no solamente recitó la hermosa y concisa parábola de la oveja perdida, sino que la tradujo en actitudes de acogida y cercanía hacia los pobres, los recaudadores, las prostitutas y todos aquellos que habían sido confundidos por escrupulosos predicadores que defendían una imagen distorsionada del Dios compasivo.

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