domingo, 30 de diciembre de 2012

Lecturas del Día Jueves, diciembre 6, 2012

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Primera lectura:
Del libro del profeta Isaías: 26, 1-6
Aquel día se cantará este canto en el país de Judá: "Tenemos una ciudad fuerte; ha puesto el Señor, para salvarla, murallas y baluartes. Abran las puertas para que entre el pueblo justo, el que se mantiene fiel, el de ánimo firme para conservar la paz, porque en ti confió. Confíen siempre en el Señor, porque el Señor es nuestra fortaleza para siempre; porque Él doblegó a los que habitaban en la altura; a la ciudad excelsa la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó hasta el polvo donde la pisan los pies, los pies de los humildes, los pasos de los pobres".

Salmo responsorial:
Del salmo 117
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres la confianza; más vale refugiarse en el Señor, que buscar con los fuertes una alianza.
Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a Dios. Esta es la puerta del Señor y por ella entrarán los que le viven fieles. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí la salvación.
Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Que el Señor, nuestro Dios, nos ilumine.

Evangelio:
Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 21. 24-27
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "No todo el que me diga. ¡Señor, Señor!', entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos.
El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca.
El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente".
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1 comentario:

  1. Los constructores en Israel tenían sus estrategias para edificar viviendas y edificios públicos. En los montes rocosos excavaban para desenterrar una roca suficientemente sólida para levantar sus edificaciones, A partir de esa experiencia, se fue asentando la imagen de la roca como un símbolo de las decisiones sólidamente fundadas. Para el profeta Isaías, Dios es la roca sólida sobre la cual el pueblo, sus reyes y funcionarios pueden apoyarse para tomar sus decisiones, Su palabra y sus caminos son seguros y previsibles. No hay lugar para sorpresas. En esa misma línea el Evangelio de San Mateo expone la situación contrastante de dos distintas actitudes. Los necios se apresuran a olvidarse de las enseñanzas de Jesús. Son como dijera el profeta Oseas, sembradores de vientos, que cosechan tempestades. Los sensatos asimilan, acogen serenamente las propuestas del Evangelio, miden sus fuerzas, contienen sus preocupaciones y angustias y comienzan a cosechar los frutos del Reino, viviendo una existencia pacífica. Su seguridad no está en riesgo La palabra del Señor es su apoyo y fundamento.

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