martes, 25 de diciembre de 2012

Lecturas del Día Lunes, noviembre 26 2012

Primera Lectura:
Del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan: 14, 1-3. 4-5
Yo, Juan, tuve otra visión: Vi al Cordero, en pie sobre el monte Sión y con Él, ciento cuarenta y cuatro mil personas, que llevaban grabado en la frente el nombre del Cordero y el nombre de su Padre. Y oí un ruido que venía del cielo, parecido al estruendo del mar y al estampido de un trueno poderoso; el ruido que oía era como el de un gran coro acompañado de arpas. Cantaban un cántico nuevo ante el trono, ante los cuatro seres vivientes y los ancianos. Y nadie podía cantar el cántico, fuera de los ciento cuarenta y cuatro mil, que habían sido rescatados de la tierra. Estos son los que acompañan al Cordero a donde quiera que va; estos son los que han sido rescatados de entre los hombres, las primicias para Dios y para el Cordero; en la boca de ellos no hubo mentira y son irreprochables ante Dios.

Salmo responsorial:
Del salmo 23
Dichosos los limpios de corazón.
Del Señor es la tierra y lo que ella tiene, el orbe todo y los que en él habitan, pues Él lo edificó sobre los mares, Él fue quien lo asentó sobre los ríos.
¿Quién subirá hasta el monte del Señor? ¿Quién podrá entrar en su recinto santo? El de corazón limpio y manos puras y que no jura en falso.
Ese obtendrá la bendición de Dios, y Dios, su salvador, le hará justicia. Ésta es la clase de hombres que te buscan y vienen ante ti, Dios de Jacob.

Evangelio:
Del santo Evangelio según san Lucas: 21, 1-4
En aquel tiempo, levantando los ojos, Jesús vio a unos ricos que echaban sus donativos en las alcancías del templo. Vio también a una viuda pobre, que echaba allí dos moneditas, y dijo: "Yo les aseguro que esa pobre viuda ha dado más que todos. Porque éstos dan a Dios de lo que les sobra; pero ella, en su pobreza, ha dado todo lo que tenía para vivir".

1 comentario:

  1. El texto del Apocalipsis festeja la fidelidad de miles de cristianos que vivieron su fe de forma auténtica. Cristianos que no pactaron ni se amoldaron a la ideología imperial que reducía a las personas a la condición de súbditos y que festinaban la prepotencia del emperador y su sistema violento. Los mártires cristianos creyeron en el Evangelio de Jesús y no hicieron componendas, ni declararon lo políticamente correcto para mantener sus privilegios o preservar su libertad. Lo arriesgaron todo para ser fieles a Jesús y a su conciencia. La historia del cristianismo cuenta con biografías memorables que nos desafían y alientan a vivir de forma congruente nuestra fe. Son nuestra gran reserva moral, son testigos y profetas que han asumido la defensa y solidaridad con la gente más desprotegida. En cierto sentido, y sin necesidad de realizar labores de activismo o lucha social, la viuda pobre del Evangelio de san Lucas, también es una mujer silenciosamente congruente. Ella también lo arriesgó todo, entregando sus bienes escasos para el servicio del culto, poniendo toda su confianza en el Dios compasivo que jamás la había abandonado.

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