viernes, 19 de octubre de 2012

Lecturas del Día Miércoles, octubre 17, 2012

Primera Lectura:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los gálatas (5, 18-25)
Hermanos: Si los guía el Espíritu, ya no están ustedes bajo el dominio de la ley.
Son manifiestas las obras que proceden del desorden egoísta del hombre: la lujuria, la impureza, el libertinaje, la idolatría, la brujería, las enemistades, los pleitos, las rivalidades, la ira, las rencillas, las divisiones, las discordias, las envidias, las borracheras, las orgías y otras cosas semejantes. Respecto a ellas les advierto, como ya lo hice antes, que quienes hacen estas cosas no conseguirán el Reino de Dios.
En cambio, los frutos del Espíritu Santo son: el amor, la alegría, la paz, la generosidad, la benignidad, la bondad, la fidelidad, la mansedumbre y el dominio de sí mismo. Ninguna ley existe que vaya en contra de estas cosas.
Y los que son de Jesucristo ya han crucificado su egoísmo junto con sus pasiones y malos deseos. Si tenemos la vida del Espíritu, actuemos conforme a ese mismo Espíritu. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial:
Salmo 1
Dichoso quien confía en el Señor.
Dichoso aquel que no se guía por mundanos criterios, que no anda en malos pasos ni se burla del bueno, que ama la ley de Dios y se goza en cumplir sus mandamientos.
Es como un árbol plantado junto al río, que da fruto a su tiempo y nunca se marchita. En todo tendrá éxito.
En cambio los malvados serán como la paja barrida por el viento. Porque el Señor protege el camino del justo y al malo sus caminos acaban por perderlo.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (11, 37-41)
En aquel tiempo, Jesús dijo: "¡Ay de ustedes, fariseos, porque pagan diezmos hasta de la hierbabuena, de la ruda y de todas las verduras, pero se olvidan de la justicia y del amor de Dios! Esto debían practicar sin descuidar aquello. ¡Ay de ustedes, fariseos, porque les gusta ocupar los lugares de honor en las sinagogas y que les hagan reverencias en las plazas! ¡Ay de ustedes, porque son como esos sepulcros que no se ven, sobre los cuales pasa la gente sin darse cuenta!". Entonces tomó la palabra un doctor de la ley y le dijo: "Maestro, al hablar así, nos insultas también a nosotros". Entonces Jesús le respondió: "¡Ay de ustedes también, doctores de la ley, porque abruman a la gente con cargas insoportables, pero ustedes no las tocan ni con la punta del dedo!".

1 comentario:

  1. Este criterio se puede acoger como referente para descubrir a quienes han transitado de una existencia egoísta a una forma de vida solidaria y justa. El reproche que el Señor Jesús dirige a los fariseos exhibe su voluntad de recibir tratamiento de privilegiados. Estos dirigentes parecen más preocupados por cumplir con la letra (pagan el diezmo de las especias), mas no con el espíritu de la ley, puesto que se saltan el deber de practicar la justicia y el amor. Procediendo de esa manera, exhibían sus verdaderas intenciones: eran cazadores ansiosos del reconocimiento y los honores. Por esa razón san Pablo construye un cuadro sinóptico descriptivo: de un lado están las conductas propias de la gente egoísta que no ha sujetado la presión destructiva de los bajos instintos; del otro, están las personas que han sabido refrenar el impulso de su viejo yo, para dejarse guiar por el Espíritu de Dios. La sencillez de corazón, la paz y la generosidad sinceras distinguen a los verdaderos discípulos de Jesús.

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