lunes, 15 de octubre de 2012

Lecturas del Día Lunes, octubre 15, 2012

Primera Lectura:
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los gálatas (4, 22-24. 26-27. 31-5,1)
Hermanos: Dice la Escritura que Abraham tuvo dos hijos: uno de la mujer que era esclava y el otro de la que era libre. El hijo de la esclava fue engendrado según las leyes naturales; el de la libre, en cambio, en virtud de la promesa de Dios.
Esto tiene un sentido simbólico. En efecto, las dos mujeres representan las dos alianzas: Agar representa la del monte Sinaí, que engendra esclavos y es figura de la Jerusalén de aquí abajo. Por el contrario, la Jerusalén de arriba es libre y ésa es nuestra madre. A este respecto dice la Escritura: Regocíjate tú, la estéril, la que no das a luz; rompe a cantar de júbilo, tú, la que no has sentido los dolores del parto; porque la mujer abandonada tendrá más hijos que aquella que tiene marido.
Así pues, hermanos, no somos hijos de la esclava, sino de la mujer libre. Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud.

Salmo Responsorial:
Salmo 112
Bendito sea el Señor ahora y para siempre.
Bendito sea el Señor, alábenlo sus siervos. Bendito sea el Señor, desde ahora y para siempre.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor. Dios está sobre todas las naciones, su gloria, por encima de los cielos.
¿Quién hay como el Señor? ¿Quién iguala al Dios nuestro, que tiene en las alturas su morada, y sin embargo de esto, bajar se digna su mirada para ver tierra y cielo?
Él levanta del polvo al desvalido y saca al indigente del estiércol, para hacerlo sentar entre los grandes, los jefes de su pueblo.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (11, 29-32)
En aquel tiempo, la multitud se apiñaba alrededor de Jesús y éste comenzó a decirles: "La gente de este tiempo es una gente perversa. Pide una señal, pero no se le dará más señal que la de Jonás. Pues así como Jonás fue una señal para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para la gente de este tiempo.
Cuando sean juzgados los hombres de este tiempo, la reina del sur se levantará el día del juicio para condenarlos, porque ella vino desde los últimos rincones de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón.
Cuando sea juzgada la gente de este tiempo, los hombres de Nínive se levantarán el día del juicio para condenarla, porque ellos se convirtieron con la predicación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás".

1 comentario:

  1. El alegato que dirige el Señor Jesús contra la tozudez de la gente de Galilea, se apoya en dos referentes tomados de la literatura profética. La reina del Sur y los habitantes de Nínive en su momento se rindieron ante las señales de Salomón y Jonás respectivamente. Por ese motivo podrán fungir como testigos de cargo contra los incrédulos galileos que no supieron acoger el llamado terminante que les lanzara Dios a través de la existencia profética de su Hijo Jesús. Desoyeron sus llamados y demandaron nuevas señales, como si las cumplidas por el maestro de Nazaret no hubieran sido suficientes. Para restablecer la justicia y reconstruir las relaciones de fraternidad en la primera familia, el Señor Dios suscita un nuevo hijo a Adán y Eva, llamado Set. Éste sería la señal visible de la compasión divina. El Señor otorgaba una segunda oportunidad a Caín; si no había sabido ser hermano de Abel, podría volverlo a intentar con su nuevo hermano, Set. Las señales del amor compasivo del Señor necesitan ser deletreadas, están ahí presentes.

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