sábado, 13 de octubre de 2012

Lecturas del Día Martes, octubre 2, 2012

Primera Lectura:
Lectura del libro de Job (3, 1-3. 11. 16. 12-15. 17. 20-23)
Job abrió sus labios y maldijo el día de su nacimiento, diciendo: "¡Maldito el día en que nací, la noche en que se dijo: 'Ha sido concebido un varón'! ¿Por qué no morí en el seno de mi madre? ¿Por qué no perecí al salir de sus entrañas o no fui como un aborto que se entierra, una creatura que no llegó a ver la luz? ¿Por qué me recibió un regazo y unos pechos me amamantaron?
Ahora dormiría tranquilo y descansaría en paz, con los reyes de la tierra, que se construyen mausoleos, o con los nobles, que amontonan oro y plata en sus palacios. Allí ya no perturban los malvados y forzosamente reposan los inquietos.
¿Para qué dieron la luz de la vida a un miserable, a aquel que la pasa en amargura; al que ansía la muerte, que no llega, y la busca como un tesoro escondido; al que se alegraría ante la tumba y gozaría al recibir la sepultura; al hombre que no encuentra su camino, porque Dios le ha cerrado las salidas?".

Salmo Responsorial:
Salmo 87
Señor, presta oído a mi clamor.
Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, de noche grito en tu presencia. Que llegue hasta ti mi súplica, presta oído a mi clamor.
Porque mi alma está llena de desdichas y mi vida está al borde del abismo; ya me cuentan entre los que bajan a la tumba, soy como un inválido.
Tengo ya mi lugar entre los muertos, igual que los cadáveres que yacen en las tumbas, de los cuales, Señor, ya no te acuerdas, porque fueron arrancados de tu mano.
Me has colocado en el fondo de la tumba, en las tinieblas del abismo. Tu cólera pesa sobre mí, y estrellas contra mí todas tus olas.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (18, 1-5. 10)
En cierta ocasión, los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: "¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?". Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y les dijo: "Yo les aseguro a ustedes que si no cambian y no se hacen como los niños, no entrarán en el Reino de los cielos. Así pues, quien se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el Reino de los cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, me recibe a mí. Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo".

1 comentario:

  1. Las quejas de Job empiezan a surgir con gran fuerza de lo más profundo de su corazón. La vida toda le parece detestable. Apremiado como está por la desgracia aborrece la vida y deja correr sus emociones sin rubor alguno. En esa situación límite afirma que sería preferible no haber nacido puesto que la vida le resulta un callejón sin salida y Dios, le parece más un adversario que un aliado. A través del tema del escándalo de los pequeños podemos conectar ambas lecturas. Cuando personas justas e inocentes como Job sufren de manera inexplicable, se resquebraja la esperanza de la gente sencilla. La invitación a hacerse como niño resulta entonces cuestionable ante el problema del sufrimiento humano. Los niños no comprenden que sus padres, que deberían ser compasivos y amorosos con sus hijos, permitan que ellos sean sometidos a pruebas severas y que más aún, parezcan desinteresarse de la suerte de sus pequeños. Sin embargo Dios, como Padre amoroso nunca nos abandona.

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