lunes, 24 de septiembre de 2012

Lecturas del Día Lunes, septiembre 17, 2012

Primera Lectura:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios (11, 17-26)
Hermanos: Con respecto a las reuniones de ustedes ciertamente no puedo alabarlas, porque les hacen más daño que provecho. En efecto, he sabido que, cuando se reúnen en asamblea, hay divisiones entre ustedes, y en parte lo creo. Es cierto que tiene que haber divisiones, para que se ponga de manifiesto quiénes tienen verdadera virtud.
De modo que, cuando se reúnen en común, ya no es para comer la cena del Señor, porque cada uno se adelanta a comer su propia cena, y mientras uno pasa hambre, el otro se embriaga. ¿Acaso no tienen su propia casa para comer y beber? ¿O es que desprecian a la asamblea de Dios y quieren avergonzar a los que son pobres? ¿Qué quieren que les diga? ¿Que los alabe? En esto no los alabo.
Porque yo recibí del Señor lo mismo que les he transmitido: que el Señor Jesús, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan en sus manos, y pronunciando la acción de gracias, lo partió y dijo: "Esto es mi cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía".
Lo mismo hizo con el cáliz después de cenar, diciendo: "Este cáliz es la nueva alianza que se sella con mi sangre. Hagan esto en memoria mía siempre que beban de él".
Por eso, cada vez que ustedes comen de este pan y beben de este cáliz, proclaman la muerte del Señor, hasta que vuelva.

Salmo Responsorial:
Salmo 39
Aquí estoy, Señor, para hacer tu voluntad.
Sacrificios y ofrendas no quisiste, abriste, en cambio, mis oídos a tu voz. No exigiste holocaustos por la culpa, así que dije: "Aquí estoy".
En tus libros se me ordena hacer tu voluntad; esto es, Señor, lo que deseo: tu ley en medio de mi corazón.
He anunciado tu justicia en la gran asamblea; no he cenado mis labios, tú lo sabes, Señor.
Que se gocen en ti y que se alegren todos los que te buscan. Cuantos quieren de ti la salvación, repiten sin cesar: "¡Qué grande es Dios!".

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (7, 1-10)
En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar a la gente, entró en Cafarnaúm. Había allí un oficial romano, que tenía enfermo y a punto de morir a un criado muy querido. Cuando le dijeron que Jesús estaba en la ciudad, le envió a algunos de los ancianos de los judíos para rogarle que viniera a curar a su criado. Ellos, al acercarse a Jesús, le rogaban encarecidamente, diciendo: "Merece que le concedas ese favor, pues quiere a nuestro pueblo y hasta nos ha construido una sinagoga". Jesús se puso en marcha con ellos.
Cuando ya estaba cerca de la casa, el oficial romano envió unos amigos a decirle: "Señor, no te molestes, porque yo no soy digno de que tú entres en mi casa; por eso ni siquiera me atreví a ir personalmente a verte. Basta con que digas una sola palabra y mi criado quedará sano. Porque yo, aunque soy un subalterno, tengo soldados bajo mis órdenes y le digo a uno: ¡Ve!, y va; a otro. ¡Ven! , y viene; y a mi criado: ¡Haz esto!', y lo hace".
Al oír esto, Jesús quedó lleno de admiración, y volviéndose hacia la gente que lo seguía, dijo: "Yo les aseguro que ni en Israel he hallado una fe tan grande". Los enviados regresaron a la casa y encontraron al criado perfectamente sano.

1 comentario:

  1. En la carta a los Corintios san Pablo evoca las palabras memorables que el Señor Jesús pronunció en la Eucaristía para animar a los cristianos a superar las divisiones y la conducta excluyente y poco fraterna con que celebraban las asambleas eucarísticas. La manera correcta como los discípulos de todos los tiempos podemos honrar la memoria de la Última Cena del Señor Jesús es viviendo de acuerdo a sus opciones y actitudes, es decir, sirviendo a los hermanos. En la perspectiva del Evangelio de san Lucas, encontramos la conducta ejemplar del capitán romano que asumió sin cuestionamientos la voluntad del Señor. Guiado por la buena fama del Señor Jesús, decidió confiar en sus manos la salud de su criado y manifestar, de forma contundente, su plena confianza en la fuerza curativa de sus palabras.

    ResponderEliminar