miércoles, 29 de agosto de 2012

Lecturas del Día Martes, agosto 28, 2012

Primera Lectura:  
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses (2, 1-3. 14-17)
Hermanos: Por lo que toca a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestro encuentro con Él, les rogamos que no se dejen perturbar tan fácilmente. No se alarmen ni por supuestas revelaciones ni por palabras o cartas atribuidas a nosotros, que los induzcan a pensar que el día del Señor es inminente. Que nadie los engañe en ninguna forma.
Dios los ha llamado para que, por medio del Evangelio que les hemos predicado, alcancen la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así pues, hermanos, manténganse firmes y conserven la doctrina que les hemos enseñado de viva voz o por carta.
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y nuestro Padre Dios, que nos ha amado y nos ha dado gratuitamente un consuelo eterno y una feliz esperanza, conforten los corazones de ustedes y los dispongan a toda clase de obras buenas y de buenas palabras.

Salmo Responsorial:
Salmo 95
Alégrense los cielos y la tierra.
"Reina el Señor", digamos a los pueblos. El afianzó con su poder el orbe, gobierna a las naciones con justicia.
Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el mar y el mundo submarino; salten de gozo el campo y cuanto encierra, manifiesten los bosques regocijo.
Regocíjese todo ante el Señor, porque ya viene a gobernar el orbe. Justicia y rectitud serán las normas con las que rija a todas las naciones.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (23, 23-26)
En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: " Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, pero descuidan lo más importante de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad! Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera los vasos y los platos, mientras que por dentro siguen sucios con su rapacidad y codicia! ¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por fuera".

1 comentario:

  1. Los cristianos de Tesalónica habían comenzado a perder la paz interior. Los pronósticos fallidos y las supuestas revelaciones proféticas sobre la inminente venida de Jesús generaban incertidumbre. Algunos se desentendían de cumplir sus responsabilidades laborales, dedicándose por completo a la ociosidad, imaginando que no valía la pena trabajar para conseguir el sustento cotidiano, porque la ruina total se aproximaba. Del otro lado, el texto profético del primer Evangelio exhibe la inconsistencia del comportamiento ético de los escribas y fariseos. Estos viven como escrupulosos cumplidores de mandamientos rituales de poca monta, mientras que se desentienden de practicar los valores éticos indispensables, que garantizan las relaciones justas entre las personas.

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