martes, 21 de agosto de 2012

Lecturas del Día Martes, agosto 21, 2012

Primera Lectura:
Lectura del libro del profeta Ezequiel (28, 1-10)
En aquellos días, el Señor me habló y me dijo: "Hijo de hombre, dile al príncipe de Tiro: 'El Señor Dios dice esto:
Tu corazón se ha ensoberbecido y has dicho: Soy Dios, estoy sentado en el trono de Dios, en medio de los mares; pero eres hombre y no Dios, y te crees tan sabio como Dios; pretendes ser más inteligente que Daniel y conocer todos los secretos; con tu sabiduría y habilidad te has hecho rico, has amontonado oro y plata en tus tesoros; con astucia de comerciante has aumentado tus riquezas y te has ensoberbecido por tu fortuna' ".
Por eso dice el Señor: "Porque te has creído tan sabio como Dios, por eso mandaré contra ti a los más feroces de los pueblos extranjeros, que desenvainarán su espada contra tu esplendor y tu sabiduría y acabarán con tu grandeza. Ellos te matarán y el mar será tu sepultura.
¿Ante la mano misma de tus verdugos te atreverás a afirmar todavía que eres Dios, cuando no eres más que un hombre? Morirás como un pagano a manos de extranjeros, porque así lo digo yo el Señor Dios".

Salmo Responsorial:
Deuteronomio 32
El Señor da la muerte y la vida.
El Señor pensó: "Voy a dispersarlos y a borrar su memoria entre los hombres. Pero no, porque temo la presunción del enemigo y la mala interpretación del adversario.
Pues diría el enemigo que su mano había vencido y que no era el Señor el que lo había hecho, porque son una nación que ha perdido el juicio".
¿Cómo puede uno perseguir a mil y dos poner en fuga a diez mil? ¿No es porque su Dios los ha vendido, porque el Señor los ha entregado?
El día de su destrucción se acerca y su suerte se apresura, porque el Señor defenderá a su pueblo y tendrá compasión de sus siervos.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (19, 23-30)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Yo les aseguro que un rico difícilmente entrará en el Reino de los cielos. Se lo repito: es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja, que un rico entre en el Reino de los cielos".
Al oír esto, los discípulos se quedaron asombrados y exclamaron: "Entonces ¿quién podrá salvarse?". Pero Jesús, mirándolos fijamente, les respondió: "Para los hombres eso es imposible, más para Dios todo es posible".
Entonces Pedro, tomando la palabra, le dijo a Jesús: "Señor, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido, ¿qué nos va a tocar?". Jesús les dijo: "Yo les aseguro que en la vida nueva, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono de gloria, ustedes, los que me han seguido, se sentarán también en doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Y todo aquel que por mí haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o esposa o hijos, o propiedades, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. Y muchos primeros serán últimos y muchos últimos, primeros".

1 comentario:

  1. El profeta Ezequiel expone el extravío que había sufrido el rey de Tiro, quien como soberano absolutista y prepotente, había construido un régimen opresor a costa de atropellos y negocios sucios. Ante la mirada de sus súbditos aparecía como el referente de la sabiduría y el éxito humanos. Su conducta irreprensible era pura apariencia. Su grandeza había sido consolidada a base de atropellos y abusos contra los débiles. En el Evangelio de san Mateo tenemos otro perfil humano totalmente distinto. Pedro y los Doce confiesan satisfechos su libertad recién reconquistada. Han aprendido a vivir distanciados de la fiebre posesiva que suele encadenar a los hombres a sus bienes materiales. Jesús reconoce la libertad de sus discípulos y les promete hacerlos partícipes de la plenitud y la gloria venideras al lado del Padre.

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