miércoles, 29 de agosto de 2012

Lecturas del Día Lunes, agosto 27, 2012

Primera Lectura:
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses (1, 1-5. 11-12)
Silvano, Timoteo y yo, Pablo, deseamos la gracia y la paz que proceden de Dios Padre y de Jesucristo, el Señor, a la comunidad cristiana de Tesalónica, reunida en el nombre de Dios, nuestro Padre, y en el de Jesucristo, el Señor.
Hermanos: Debemos dar gracias a Dios en todo momento, como es justo, por lo mucho que van prosperando ustedes en la fe y porque el amor que cada uno tiene a los otros es cada vez mayor. Por eso nos mostramos orgullosos de ustedes ante las comunidades cristianas de Dios, y de la constancia y de la fe que ustedes tienen en todas las persecuciones y tribulaciones que están sufriendo. Ésta es una prueba de que, en el justo juicio de Dios, serán considerados dignos de su Reino, por el cual ahora padecen.
Oramos siempre por ustedes, para que Dios los haga dignos de la vocación a la que los ha llamado, y con su poder lleve a efecto tanto los buenos propósitos que han formado, como lo que ya han emprendido por la fe. Así glorificarán a nuestro Señor Jesús y Él los glorificará a ustedes en la medida en que actúe en ustedes la gracia de nuestro Dios y de Jesucristo, el Señor.

Salmo Responsorial:
Salmo 95
Cantemos la grandeza del Señor.
Cantemos al Señor un canto nuevo; que le cante al Señor toda la tierra; cantemos al Señor y bendigámoslo.
Proclamemos su amor día tras día, su grandeza anunciemos a los pueblos, de nación en nación sus maravillas.
Cantemos al Señor, porque Él es grande, más digno de alabanza y más tremendo que todos los dioses paganos, que ni existen. Porque los falsos dioses son apariencia; ha sido el Señor quien hizo el cielo.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (23, 13-22)
En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque les cierran a los hombres el Reino de los cielos! Ni entran ustedes ni dejan pasar a los que quieren entrar.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que recorren mar y tierra para ganar un adepto y, cuando lo consiguen, lo hacen todavía más digno de condenación que ustedes mismos!
¡Ay de ustedes, guías ciegos, que enseñan que jurar por el templo no obliga, pero que jurar por el oro del templo, sí obliga! ¡Insensatos y ciegos! ¿Qué es más importante, el oro o el templo, que santifica al oro? También enseñan ustedes que jurar por el altar no obliga, pero que jurar por la ofrenda que está sobre él, sí obliga. ¡Ciegos! ¿Qué es más importante, la ofrenda o el altar, que santifica a la ofrenda? Quien jura, pues, por el altar, jura por él y por todo lo que está sobre él. Quien jura por el templo, jura por él y por aquel que lo habita. Y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y por aquel que está sentado en él".

1 comentario:

  1. Estos dos textos nos describen dos formas totalmente diferentes de articular las relaciones entre los creyentes. La comunidad de Tesalónica conformaba una existencia ejemplar porque vivían intensamente la caridad, la fe y la esperanza. Esos cristianos se mantenían estrechamente unidos entre sí y sobrellevaban animosamente las dificultades derivadas por causa de su fidelidad a Jesús. Por esa razón reciben elogios notables por parte del apóstol Pablo. En cambio, en el fragmento del Evangelio de san Mateo el Señor Jesús fustiga duramente la inconsistencia de los dirigentes religiosos de Israel, que son descritos como incongruentes y abusivos. En lugar de estimular la incorporación de nuevos miembros a la comunidad creyente, los desalientan con su comportamiento escandaloso.

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