viernes, 25 de mayo de 2012

Lecturas del Día Viernes, mayo 25, 2012

Primera Lectura:
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (25, 13-21)
En aquellos días el rey Agripa y Berenice llegaron a Cesárea para saludar a Festo. Como se detuvieron algún tiempo allí, Festo expuso al rey el caso de Pablo con estas palabras: ¨Tengo aquí un preso que me dejó Felix, cuya condenación me pidieron los sumos sacerdotes y los ancianos de los judíos, cuando estuve en Jerusalén. Yo les respondí que no era costumbre romana condenar a ningún hombre, sin carearlo antes con sus acusadores, para darle la oportunidad de defenderse de la acusación.
Vinieron conmigo a Cesárea, y sin dar largas al asunto, me senté en el tribunal al día siguiente y mandé que compareciera ese hombre. Los acusadores que se presentaron contra el, no le hicieron cargo de ninguno de los delitos que yo sospechaba. Se trataba sólo de ciertas discusiones acerca de su religión y de un tal Jesús, ya muerto, que Pablo asegura que está vivo.
No sabiendo que determinación tomar, le pregunté a Pablo si quería ir a Jerusalén para que se le juzgara allá de esos cargos; pero como él pidió ser juzgado por el César, ordené que siguiera detenido hasta que yo pudiera enviárselo¨.

Salmo Responsorial:
Salmo 102
Bendigamos al Señor, que es el rey del universo. Aleluya.
Bendice al Señor, alma mía, que todo mi ser bendiga su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no te olvides de sus beneficios.
Como desde la tierra hasta el cielo, así es de grande su misericordia; como dista el oriente del ocaso, así aleja de nosotros nuestros delitos.
En el cielo el Señor puso su trono y su reino abarca el universo. Bendigan al Señor todos los ángeles, ejecutores fieles de sus órdenes.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Juan (21, 15-19)
En aquél tiempo le preguntó Jesús a Simón Pedro: ¨Simón, hijo de Juan, ¿Me amas más que estos?. Él le contestó: Sí, Señor, tu sabes que te quiero¨. Jesús le dijo: ¨Apacienta mis corderos¨.
Por segunda vez le pregunto: ¨Simón, hijo de Juan, ¿Me amas?¨. Él le respondió: ¨Si, Señor, tu sabes que te quiero¨. Jesús le dijo: ¨Pastorea mis ovejas¨.
Por tercera vez le pregunto: ¨Simón, Hijo de Juan, ¿Me quieres?¨. Pedro se entristeció de que Jesús le hubiera preguntado por tercera vez si lo quería y le contestó: ¨Señor, tú lo sabes todo, tú bien sabes que te quiero¨. Jesús le dijo: ¨Apacienta mis ovejas.
Yo te aseguro: Cuando eras joven, tu mismo te ceñías la ropa e ibas a donde querías; pero cuando seas viejo, extenderás los brazos y otro te ceñirá y llevará a donde no quieras¨. Esto se lo dijo para indicarle con que género de muerte habría de glorificar a Dios. Después le dijo: ¨Sígueme¨. 

1 comentario:

  1. Pedro y Pablo aparecen como protagonistas en estos relatos. Dos figuras diferentes, dos testigos de primer nivel. El apóstol Pablo está encarcelado en Cesarea. El motivo de su encarcelamiento le queda claro a Festo, Pablo asegura que Jesús esta vivo, mientras que el gobernante romano lo considera un simple difunto. La fe en resurrección de Cristo es el motivo por el que hostigan a Pablo. Como ciudadano romano ejercerá sus derechos y apelará al Emperador. Por su parte el Evangelio nos presenta el dialogo donde Pedro ratifica su declaración de humildad y de amor ante el Señor resucitado. La triple negación ha quedado en el pasado, su voluntad de servir al Señor Jesús, quedará confirmada por la entrega martirial que sufrirá el pescador de Betsaida.

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