sábado, 12 de mayo de 2012

Lecturas del Día Sábado, mayo 12, 2012

Primera Lectura:
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (16, 1-10)
En aquellos días, Pablo fue a Derbe y luego a Listra. Había allí un discípulo, llamado Timoteo, hijo de padre griego y madre judía cristiana. Timoteo gozaba de muy buena fama entre los hermanos de Listra e Iconio. Pablo quiso llevarlo consigo y lo circuncidó, en atención a los judíos de aquellas regiones, pues todos sabían que su padre era pagano.
En todas las ciudades por donde iban pasando, daban a conocer las decisiones tomadas por los apóstoles y los presbíteros de Jerusalén, para que las pusieran en prácticas. De esta manera las comunidades cristianas se fortalecían en la fe y el número de creyentes aumentaban cada día más. Como el Espíritu Santo les había prohibido predicar la palabra en la provincia de Asia, Pablo y Timoteo atravesaron Frigia y Galicia. Al llegar a los límites de Misia, se propusieron a ir a Bitinia pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió. Entonces atravesaron Misia y llegaron a Tróade. Por la noche, Pablo tuvo una aparición: vio a un macedonio, que de pie ante el, le rogaba: “¡Ven a mi Macedonia y ayúdanos!”.
Después de esta visión, determinamos salir para Macedonia, convencidos de que Dios nos llamaba a predicar allí el Evangelio.

Salmo Responsorial:
Salmo 99
El Señor es nuestro Dios y nosotros su pueblo. Aleluya.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría y con júbilo entremos en su templo.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que Él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño.
Por que el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Juan (15, 18-21)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mi antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo. Acuérdense de lo que les dije: “El siervo no es superior a su señor”. Si a mi me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envió”.

1 comentario:

  1. Los seguidores de Jesús comenzaron a distinguirse por una serie de usos y practicas dentro del conjunto de los grupos judíos. Podríamos decir que los cristianos empezaron siendo una secta judía mesiánica, del mismo modo que había grupos bautistas y esenios. Dada la pretensión cristiana de que en Jesús se cumplían las promesas hechas por Dios a Israel, se generaron controversias y discusiones que terminaron por marginar a los cristianos de la comunidad judía. Esas situaciones son las que están detrás del oído del que nos habla el cuarto Evangelio. Los dirigentes judíos y los líderes fariseos terminaron por echar de las sinagogas a los que confesaban a Jesús como Señor. Personalidades lúcidas como san Pablo dieron un paso adelante y comenzaron la evangelización en las ciudades del mundo griego. Con esa determinación se fue abriendo el camino cristiano a gentes de toda raza y condición.

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