sábado, 26 de mayo de 2012

Lecturas del Día Sábado, mayo 26, 2012

Primera Lectura:
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (28, 16-20. 30-31)
En aquellos días cuando llegamos a Roma, se le permitió a Pablo vivir en una casa particular con un soldado de guardia. Tres días después de su llegada convocó a los judíos principales y una vez reunidos, les dijo:
¨Hermanos, sin haber hecho nada en contra de mi pueblo, ni de las tradiciones de nuestros padres, fui preso en Jerusalén y entregado a los romanos. Ellos, después de interrogarme, querían ponerme en libertad, porque no encontraron mi nada que mereciera la muerte. Pero los judíos se opusieron y tuve que apelar al César, sin pretender por ello acusar a mi pueblo. Por esta razón he querido verlos y hablar con ustedes pues llevo estas cadenas a causa de la esperanza de Israel¨.
Dos años enteros pasó Pablo en una casa alquilada; ahí recibía a todos los que acudían a él, predicaba el Reino de Dios y les explicaba la vida de Jesucristo, el Señor, con absoluta libertad y sin estorbo alguno.

Salmo Responsorial:
Salmo 10
El Señor verá a los justos con complacencia. Aleluya.
Desde su santo templo allá en el cielo, donde tiene su trono y su morada los ojos del Señor miran al mundo y examina a los hombres su mirada.
Examina a inocentes y malvados y aborrece al que ama la violencia. Pues es justo el Señor y ama lo justo, a los justos verá con complacencia.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Juan (21, 20-25)
En aquel tiempo Jesús dijo a Pedro: ¨Sígueme¨. Pedro, volviendo la cara, vio que iba detrás de ellos el discípulo a quién Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre su pecho y le había preguntado: ¨Señor, ¿Quién es el que te va ha traicionar?¨. Al verlo, Pedro le dijo a Jesús: ¨Señor, ¿Qué va a pasar con este?¨. Jesús le respondió: ¨Si yo quiero que este permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿A ti qué?, Tú sígueme¨.
Por eso comenzó a correr entre los hermanos el rumor de que ese discípulo no habría de morir. Pero Jesús no dijo que no moriría, sino: ¨Si yo quiero que permanezca vivo hasta que yo vuelva, ¿A ti qué?¨. Éste es el discípulo que atestigua estas cosas y las ha puesto por escrito y estamos ciertos de que su testimonio es verdadero. Muchas otras cosas hizo Jesús y creo que, si se relataran una por una no cabrían en todo el mundo los libros que se escribieran.

1 comentario:

  1. Dos obras llegan a su término: San Juan nos refiere el doble testimonio que avala el conjunto del Evangelio. De una parte la voz del discípulo y por otra, la voz de la comunidad que avala como fidedigno el testimonio del discípulo. Esa es la naturaleza del evangelio, es un testimonio creyente cimentado sobre uno de los acontecimientos históricos interpretados a la luz de la resurrección. Al cierre del libro de los Hechos de los Apóstoles, Pablo invita a dialogar a los dirigentes judíos establecidos en Roma. Su intención era la misma, que lo había animado durante toda su tarea misionera: Testimoniarles que la esperanza de Israel había llegado a su cumplimiento en la persona de Jesús.

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