miércoles, 25 de abril de 2012

Lecturas del Día Miércoles, abril 25, 2012

Primera Lectura:
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (5, 5-14)
Queridos hermanos: Que en su trato mutuo la humildad esté siempre presente, pues Dios es enemigo de los soberbios, y en cambio, a los humildes les concede su gracia. Humíllense, pues, ante la mano poderosa de Dios, para que Él los levante y encumbre en el momento oportuno. Dejen en sus manos todas sus preocupaciones, pues Él cuida de ustedes.
Estén alerta y no se dejen sorprender, porque su enemigo, el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar. Resístanle con la firmeza de la fe, sabiendo que sus hermanos, dispersos por el mundo, soportan los mismos sufrimientos que ustedes.
Dios, que es la fuente de todos los bienes, nos ha llamado a participar de su gloria eterna en unión con Cristo, y después de estos sufrimientos tan breves, los restaurará a ustedes, los afianzará, fortalecerá y hará inconmovibles. Suyos son la gloria y el poder para siempre. Amén.
Por medio de Silvano, a quien considero hermano digno de toda confianza, les he escrito esta breve carta para que sepan cuál es la verdadera gracia de Dios y animarlos a permanecer firmes en ella.
Los saluda la comunidad de Babilonia, a la que Dios ha elegido, lo mismo que a ustedes. También los saluda mi hijo Marcos. Salúdense los unos a los otros con el beso fraterno. Les deseo la paz a todos ustedes, los que son de Cristo.

Salmo Responsorial:
Salmo 88
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor. Aleluya.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna, pues el Señor ha dicho: "Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos".
El cielo, Señor, proclama tus maravillas, y tu lealtad, la asamblea de los santos. ¿Quién se compara a Dios sobre las nubes? ¿Quién es como el Señor entre los dioses?
Señor, feliz el pueblo que te alaba y que a tu luz camina, que en tu nombre se alegra a todas horas y al que llena de orgullo tu justicia.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (16, 15-20)
En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos".
El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían.

1 comentario:

  1. Al término de su obra el autor de la Primera carta de Pedro exhorta a los lectores a la resistencia. Usando la imagen del león, señala al adversario corno el devorador que pretende dar cuerda de los cristianos arrinconados por el sufrimiento. Las dificultades que enfrentaban aquellos lectores eran las mismas que las que sufrían los cristianos de todas partes. La respuesta del autor no es un falso consuelo, ni un argumento vano. Los periodos de persecución eran intermitentes, además si se observaban las cosas de manera retrospectiva y partir del triunfo de los creyentes, que se habían mantenido fieles, los tiempos adversos finalmente resultaban breves. El Evangelio de san Marcos enfatiza la importancia de las señales. Quienes proclamen el Evangelio de Jesús no podrán omitir un mínimo de congruencia.

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