viernes, 13 de abril de 2012

Lecturas del Día Martes, abril 10, 2012

Primera Lectura:
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (2, 36-41)
El día de Pentecostés, dijo Pedro a los judíos: "Sepa todo Israel, con absoluta certeza, que Dios ha constituido Señor y Mesías al mismo Jesús, a quien ustedes han crucificado".
Estas palabras les llegaron al corazón y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: "¿Qué tenemos que hacer, hermanos?". Pedro les contestó: "Conviértanse y bautícense en el nombre de Jesucristo, para el perdón de sus pecados y recibirán el Espíritu Santo. Porque las promesas de Dios valen para ustedes y para sus hijos y también para todos los paganos que el Señor, Dios nuestro, quiera llamar, aunque estén lejos".
Con éstas y otras muchas razones los instaba y exhortaba, diciéndoles: "Pónganse a salvo de este mundo corrompido". Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día se les agregaron unas tres mil personas.

Salmo Responsorial:
Salmo 32
En el Señor está nuestra esperanza. Aleluya.
Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. El ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades.
Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida.
En el Señor está nuestra esperanza, pues Él es nuestra ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor, hemos confiado.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Juan (20, 11-18)
El día de la resurrección, María se había quedado llorando junto al sepulcro de Jesús. Sin dejar de llorar, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados en el lugar donde había estado el cuerpo de Jesús, uno en la cabecera y el otro junto a los pies. Los ángeles le preguntaron: "¿Por qué estás llorando, mujer?". Ella les contestó: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo habrán puesto".
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús. Entonces El le dijo: "Mujer, ¿por qué estás llorando? ¿A quién buscas?". Ella, creyendo que era el jardinero, le respondió: "Señor, si tú te lo llevaste, dime dónde lo has puesto". Jesús le dijo: ''¡Maria!" Ella se volvió y exclamó: "¡Rabuní!", que en hebreo significa 'maestro'. Jesús le dijo: "Déjame ya, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: 'Subo a mi Padre y su Padre, a mi Dios y su Dios' ".
María Magdalena se fue a ver a los discípulos para decirles que había visto al Señor y para darles su mensaje.

1 comentario:

  1. Entre los sucesos del cuarto Evangelio y el discurso de los Hechos de los Apóstoles había "corrido mucha agua" por el río Jordán. María Magdalena aparece desconcertada en uno de los amaneceres próximo a la Pascua del año 30. Su desconsuelo y su desconcierto son reales. Acostumbrada como estaba a organizar su vida en derredor de Jesús no atinaba a sobrellevar aquella ausencia. En el discurso que Pedro dirige a los habitantes de Jerusalén, los seguidores de Jesús han superado la confusión. Hacen uso de la palabra y tienen una propuesta sensata que ofrecer: confiar en la palabra de Jesús y constituirse en una comunidad solidaria y alternativa para poder sobreponerse a la corrupción imperante.

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