jueves, 19 de abril de 2012

Lecturas del Día Jueves, abril 19, 2012

Primera Lectura:
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (5, 27-33)
En aquellos días, los guardias condujeron a los apóstoles ante el sanedrín, y el sumo sacerdote los reprendió, diciéndoles: "Les hemos prohibido enseñar en nombre de ese Jesús; sin embargo, ustedes han llenado a Jerusalén con sus enseñanzas y quieren hacemos responsables de la sangre de ese hombre". Pedro y los otros apóstoles replicaron: "Primero hay que obedecer a Dios y luego a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien ustedes dieron muerte colgándolo de la cruz. La mano de Dios lo exaltó y lo ha hecho Jefe y Salvador, para dar a Israel la gracia de la conversión y el perdón de los pecados. Nosotros somos testigos de todo esto y también lo es el Espíritu Santo, que Dios ha dado a los que lo obedecen".
Esta respuesta los exasperó y decidieron matarlos.

Salmo Responsorial:
Salmo 33
Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Aleluya.
Bendeciré al Señor a todas horas; no cesará mi boca de alabarlo. Haz la prueba y verás qué bueno es el Señor. Dichoso el hombre que se refugia en Él.
En contra del malvado está el Señor para borrar de la tierra su recuerdo; escucha, en cambio, al hombre justo y lo libra de todas sus congojas.
El Señor no está lejos de sus fieles y levanta a las almas abatidas. Muchas tribulaciones pasa el justo, pero de todas ellas Dios lo libra.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Juan (3, 31-36)
"El que viene de lo alto está por encima de todos; pero el que viene de la tierra pertenece a la tierra y habla de las cosas de la tierra. El que viene del cielo está por encima de todos. Da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie acepta su testimonio. El que acepta su testimonio certifica que Dios es veraz. Aquel a quien Dios envió habla las palabras de Dios, porque Dios le ha concedido sin medida su Espíritu.
El Padre ama a su Hijo y todo lo ha puesto en sus manos. El que cree en el Hijo tiene vida eterna. Pero el que es rebelde al Hijo no verá la vida, porque la cólera divina perdura en contra de él".

1 comentario:

  1. Juan Bautista y Juan Zebedeo compartía una serie de rasgos en común además de llevar el mismo nombre. El primero había sido mentor, y el segundo era discípulo de Jesús. Ambos despertaron el olfato inquisitivo y violento de las autoridades judías. A Juan Zebedeo lo encarceló el Sumo Sacerdote, al Bautista lo encarceló y decapitó Heredes Antipas. Ambos pusieron su palabra profética al servicio de Israel. Disponían de una inexplicable libertad interior que ninguna autoridad, conseguiría silenciar. Habían escuchado la fuerza de lo alto y ya no les amedrentaban las amenazas de acá abajo. La verdad que viene de Dios había incursionado en su vida, y por eso, no les espantaban los desplantes ni la prepotencia autosuficiente de las autoridades de Israel. Ellos sabían que en cada ocasión convenía obedecer a Dios antes que a los hombres.

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