sábado, 4 de febrero de 2012

Lecturas del Día Sábado, febrero 4, 2012

Primera Lectura:
Lectura del primer libro de los Reyes (3, 4-13)
En aquellos días, el rey Salomón fue al santuario de Gabaón a ofrecer sacrificios y ofreció mil holocaustos sobre el altar. Una noche, estando él dormido en aquel lugar, se le apareció el Señor y le dijo: "Salomón, pídeme lo que quieras y yo te lo daré".
Salomón le respondió: "Señor, tú trataste con misericordia a tu siervo David, mi padre, porque se portó contigo con lealtad, con justicia y rectitud de corazón. Más aún, también ahora lo sigues tratando con misericordia, porque has hecho que un hijo suyo lo suceda en el trono. Sí, tú quisiste, Señor y Dios mío, que yo, tu siervo, sucediera en el trono a mi padre, David. Pero yo no soy más que un muchacho y no sé cómo actuar. Soy tu siervo y me encuentro perdido en medio de este pueblo tuyo, tan numeroso, que es imposible contarlo. Por eso te pido que me concedas sabiduría de corazón para que sepa gobernar a tu pueblo y discernir entre el bien y el mal. Pues sin ella, ¿quién será capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan grande?".
Al Señor le agradó que Salomón le hubiera pedido sabiduría y le dijo:
"Por haberme pedido esto, y no una larga vida, ni riquezas, ni la muerte de tus enemigos, sino sabiduría para gobernar, yo te concedo lo que me has pedido. Te doy un corazón sabio y prudente, como no lo ha habido antes ni lo habrá después de ti. Te voy a conceder, además, lo que no me has pedido: tanta gloria y riqueza, que no habrá rey que se pueda comparar contigo".

Salmo Responsorial:
Salmo 118
Enséñanos, Señor, a cumplir tus preceptos.
Sólo cumpliendo tus mandatos puede un joven vivir honestamente. Con todo el corazón te voy buscando, no me dejes desviar de tus preceptos.
En mi pecho guardé tus mandamientos, para nunca pecar en contra tuya. Señor, bendito seas; enséñame tus leyes.
Con mis labios he ido enumerando todos los mandamientos de tu boca. Más me gozo cumpliendo tus preceptos que teniendo riquezas.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Marcos (6, 30-34)
En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Entonces Él les dijo: "Vengan conmigo a un lugar solitario, para que descansen un poco". Porque eran tantos los que iban y venían, que no les dejaban tiempo ni para comer.
Jesús y sus apóstoles se dirigieron en una barca hacia un lugar apartado y tranquilo. La gente los vio irse y los reconoció; entonces de todos los poblados fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron.
Cuando Jesús desembarcó, vio una numerosa multitud que lo estaba esperando y se compadeció de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.

1 comentario:

  1. Salomón era el hijo predilecto de Betsabé, esposa de David, también era muy querido para su padre. El hijo aprendió por experiencia propia, que su padre se había comportado con lealtad delante de Dios. El reino de David había crecido y se había consolidado gracias a Dios, quien le había cumplido sus promesas. Salomón atinó a elegir con acierto en su visita al santuario de Gabaón. Sin la sabiduría divina y sin la capacidad de escuchar no sabría gobernar a su pueblo. La capacidad de escuchar nos permite proceder con sensatez. El Evangelio nos presenta al Señor Jesús rodeado de multitudes confundidas y hambrientas. Él las atiende de inmediato, se hace sensible a sus reclamo; los instruye y les alimenta Las personas llegan a Jesús como una masa desorientada y desorganizada. Luego de entrar en contacto con Él, se organizaran formando grupos de cien y de cincuenta. La reunificación de Israel los fortalecerá para sobreponerse a los desafíos y problemas cotidianos.

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