jueves, 29 de marzo de 2012

El Evangelio Meditado del Día Jueves, marzo 29, 2012

Autor: H. Roque Eduardo Peña | Fuente: Catholic.net
Las palabras que nos darán la Vida Eterna
Juan 8, 51-59. Cuaresma. Jesús, Tú tienes palabras de vida eterna. En ellas, nos enseñas a hacer el bien a los que nos hagan mal.
 
Las palabras que nos darán la Vida Eterna
Del santo Evangelio según san Juan 8, 51-59

En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi Palabra, no verá la muerte jamás». Le dijeron los judíos: «Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas; y tú dices: "Si alguno guarda mi Palabra, no probará la muerte jamás." ¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abraham, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?» Jesús respondió: «Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada; es mi Padre quien me glorifica, de quien vosotros decís: "El es nuestro Dios", y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que no le conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco, y guardo su Palabra. Vuestro padre Abraham se regocijó pensando en ver mi Día; lo vio y se alegró». Entonces los judíos le dijeron: «¿Aún no tienes cincuenta años y has visto a Abraham?» Jesús les respondió: «En verdad, en verdad os digo: antes de que Abraham existiera, Yo Soy». Entonces tomaron piedras para tirárselas; pero Jesús se ocultó y salió del Templo.

Oración introductoria:
Señor Jesús, el tiempo de Cuaresma llega a su fin y los días de tu Pasión se acercan. En este tiempo que queda, ayúdame a no dejar de esforzarme por convertirme; ayúdame a renovar mi deseo de cambiar mi corazón de piedra, por uno de carne como el Tuyo. Los judíos de este Evangelio tenían el corazón tan cerrado que no descubrieron el secreto que les revelabas: que Tú eres Dios. ¡No permitas que se endurezca mi corazón! Tócalo. Háblale. Que te pueda amar con la misma intensidad de tu Amor, que llega a dar la vida por mí. Señor, sé mi luz y mi camino en lo que queda en esta semana previa a la semana santa para no caer en la tentación de bajar la guardia en mi lucha contra el pecado. Y que, como Abraham, yo también me regocije con el único deseo de poder verte.

Petición:
Señor, para alcanzar la vida eterna debo ser fiel a tus palabras. Enséñame cuáles son tus palabras para poder aplicarlas en mi vida y alcanzar así la vida eterna.

Meditación del Papa:
"Jesús no puede callar su propia identidad". Sin embargo, sus palabras hieren el orgullo de sus interlocutores; también la referencia al gran patriarca Abraham se convierte en motivo de conflicto. "En verdad, en verdad os digo —afirma el Señor-: antes de que Abraham existiera, Yo soy" (Jn 8, 58). Sin medios términos, declara su preexistencia y, por tanto, su superioridad con respecto a Abraham, suscitando —comprensiblemente— la reacción escandalizada de los judíos. Pero Jesús no puede callar su propia identidad; sabe que, al final, será el Padre mismo quien le dará la razón, glorificándolo con la muerte y la resurrección, porque, precisamente cuando sea elevado en la cruz, se revelará como el Hijo unigénito de Dios (Benedicto XVI, Jueves 2 de abril de 2009)

Reflexión:
En este evangelio, la primera frase es simple y envuelve una gran verdad: "El que es fiel a mis palabras, no morirá para siempre". ¿Cuáles son las palabras de Jesús? Son las que hemos escuchado a lo largo de este tiempo de Cuaresma y que seguimos escuchando a lo largo del año: Quien come mi carne y bebe mi Sangre...
Amaos los unos a los otros... Al que te golpee en una mejilla, ofrécele la otra... Anda y no peques más... En resumen, sería la vivencia de los 10 mandamientos, pero no quedándonos en el no matarás, no robarás... sino vivirlos a la "positiva": no robar, pero sí dar al que no tiene; no codiciar los bienes ajenos, pero sí codiciar los bienes del Cielo... Además otra parte de las palabras de Jesús, la encontramos en la vivencia de los sacramentos, especialmente el de la Eucaristía y la Confesión y en la obras de misericordia: corporales y espirituales.
El Evangelio continúa con la discusión de los judíos con Cristo, pues no le creían lo de no morir para siempre. Y aquí, Cristo aprovecha para revelar su identidad: "Yo conozco al Padre", "Desde antes que naciera Abraham, Yo Soy". La dureza de corazón no les permite ver ni escuchar. Tienen ojos y no ven, oídos, pero no escuchan, y terminan queriendo apedrearlo. Cristo no se impone a los demás, al que escucha le sigue hablando, como fue el caso de la samaritana que iba a buscar agua en el pozo. Al que no le escucha, le respeta su libertad y continúa hablando a los demás. Sin embargo, seguirá presentando ocasiones para que todos lleguen a conocerlo.
Las palabras de Cristo tienen un profundo significado para el hombre de hoy. Pero sólo las entienden quienes las escuchan con una actitud de sencillez y de humildad. Cristo, no nos pide grandes sacrificios, ni heroísmos, ni mucho menos "milagros sobrehumanos"; lo único que nos pide es que le aceptemos en nuestro interior con fe y sencillez.
A través de toda la Escritura y del mismo Evangelio, podemos contemplar a un Dios enamorado de la humildad. Es en esta virtud donde se muestra un gesto típicamente humano, un signo que nos acredita ante Dios como sus criaturas. La soberbia, por el contrario, significa siempre enfrentamiento a Dios, rebeldía, rechazo, sea cual fuere su forma: como los fariseos del evangelio, la soberbia lleva hasta coger piedras contra Jesucristo.
Busquemos acercarnos a la Persona mansa y humilde de Cristo, para que vaya modelando nuestro corazón, y nos permita comprenderlo, amarlo y asemejarnos más a Él sobre todo en este periodo cuaresmal.

Propósito:
Renovar mis propósitos cuaresmales y en caso de no tenerlos o haberlos olvidado, tomar otro u otros que me ayuden a renunciar al pecado con el que más ofendo a Dios.

Diálogo con Cristo:
Jesús, Tú tienes palabras de vida eterna. En ellas, nos enseñas lo que es la justicia cristiana, que consiste en hacer el bien a los que nos hagan mal, y no como la justicia humana, que devuelve mal por mal. Concédeme tu gracia para poder vivir realmente como cristiano, formando en mí —especialmente en este tiempo de Cuaresma— una conciencia anti-pecado. Cambia mi corazón y aumenta mi fe para creer que Tú eres realmente el Hijo de Dios.

Y dijo Jesús a los doce: «¿Queréis iros vosotros también?». Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿a quién iríamos? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios». (San Juan 6, 67-69)

1 comentario:

  1. Jesús, Tú tienes palabras de vida eterna. En ellas, nos enseñas a hacer el bien a los que nos hagan mal.

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