martes, 26 de julio de 2011

Lecturas del Día Martes, julio 26, 2011

Primera Lectura:
Lectura del libro del Eclesiástico (Sirácide) (44, 1. 10-15)
Hagamos el elogio de aquellos hombres ilustres, que fueron nuestros padres. Ellos fueron misericordiosos y sus obras no se han olvidado. Se perpetúan en sus descendientes y éstos son la rica herencia que han dejado. Sus hijos siguen fieles a la alianza y sus nietos también, gracias a ellos. Su gloria jamás se extinguirá.
Sus cuerpos fueron sepultados en paz y su nombre durará eternamente. Que proclamen los pueblos su sabiduría y los alabe dignamente la asamblea.

Salmo Responsorial:
Salmo 131
Dios le dará el trono de David.
El Señor, que jamás va a retractarse, le ha jurado a David esta promesa: “Pondré sobre tu trono, a uno de tu propia descendencia”.
Esto es así, porque el Señor ha preferido a Sión como morada: “Aquí está mi reposo para siempre; porque así me agradó, será mi casa”.
“Haré que brote un vástago a David y encenderé una lámpara a mi ungido; pondré sobre su frente mi diadema; de afrentas llenaré a sus enemigos”.

Evangelio:
Lectura del santo Evangelio según san Mateo (13, 16-17)
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Dichosos ustedes, porque sus ojos ven y sus oídos oyen. Yo les aseguro que muchos profetas y muchos justos desearon ver lo que ustedes ven y no lo vieron y oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron”.

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