jueves, 24 de enero de 2013

Lecturas del Día Miércoles, enero 23, 2013

Primera lectura:
De la carta a los hebreos: 7, 1-3. 15-17
Hermanos: Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios altísimo, salió al encuentro de Abraham, cuando este volvía de derrotar a los reyes, y lo bendijo. Abraham le dio entonces la décima parte de todo el botín.
El nombre de Melquisedec, significa rey de justicia y el titulo rey de Salem, significa rey de paz. No se mencionan ni su padre ni su madre, y aparece sin antepasados. Tampoco se encuentra el principio ni el fin de su vida. Es la figura del Hijo de Dios, y como permanece sacerdote para siempre.
En efecto, como Melquisedec, Jesucristo ha sido constituido sacerdote, en virtud de su propia vida indestructible y no por la ley, que señalaba que los sacerdotes fueran de la tribu de Levi. La palabra misma de Dios lo atestigua, cuando dice: Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec.

Salmo responsorial:
Del salmo 109
Tú eres sacerdote para siempre.
Esto ha dicho el Señor a mi Señor. "Siéntate a mi derecha; yo hare de tus contrarios el estrado donde pongas los pies".
Extenderá el Señor desde Sión tu cetro poderoso y dominarás al enemigo.
Es tuyo el Señorío; el día en que naciste, en los montes sagrados, te consagró el Señor antes del alba.
Juró el Señor y no ha de retractarse: “Tú eres sacerdote para siempre, como Melquisedec".

Evangelio:
Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 1-6
En aquel tiempo, Jesús entró en la sinagoga, donde había un hombre que tenía tullida una mano. Los fariseos estaban espiando a Jesús para ver si curaba en sábado y poderlo acusar. Jesús le dijo al tullido: "Levántate y ponte allí en medio".
Después les preguntó: "¿Qué es lo que está permitido hacer en sábado, el bien o el mal? ¿Se le puede salvar la vida a un hombre en sábado o hay que dejarlo morir?". Ellos se quedaron callados. Entonces, mirándolos con ira y con tristeza, porque no querían entender, le dijo al hombre: "Extiende tu mano". La extendió, y su mano quedó sana. Entonces se salieron los fariseos y comenzaron a hacer planes, con los del partido de Herodes, para matar a Jesús.

1 comentario:

  1. La ingeniosa interpretación que hace el autor de la Carta a los Hebreos de los relatos patriarcales le permite fundar la existencia de un linaje sacerdotal distinto al de Levi. Sabemos que el Señor Jesús no procedía del linaje levítico y que en su vida no ejerció ningún oficio sacerdotal estrictamente hablando. No obstante lo anterior, el Evangelio de san Marcos nos presenta a Jesús realizando acciones curativas a favor de los enfermos y paralíticos. La acción vivificante de Jesús transforma la situación de postración y marginalidad de los enfermos. Con las curaciones el Señor Jesús los reintegraba a la comunidad de Israel y les abría el camino para participar de las fiestas litúrgicas y de las celebraciones comunitarias. El oficio sacerdotal incluía la reconciliación con Dios y el perdón de los pecados. La curación era sin duda efecto del perdón. El que devolvía la salud, necesariamente otorgaba la reconciliación con Dios.

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