viernes, 18 de enero de 2013

Lecturas del Día Jueves, enero 17 2013

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Primera lectura:
De la carta a los hebreos: 3, 7-14
Hermanos: Oigamos lo que dice el Espíritu Santo en un salmo: Ojalá escuchen ustedes la voz del Señor, hoy. No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión y el de la prueba en el desierto, cuando sus padres me pusieron a prueba y dudaron de mí, aunque habían visto mis obras durante cuarenta años. Por eso me indigne contra aquella generación y dije: "Es un pueblo de corazón extraviado, que no ha conocido mis caminos". Por eso jure en mi cólera que no entrarían en mi descanso.
Procuren, hermanos, que ninguno de ustedes tenga un corazón malo, que se aparte del Dios vivo por no creer en Él. más bien anímense mutuamente cada día, mientras dura este "hoy", para que ninguno de ustedes, seducido por el pecado, endurezca su corazón; pues si nos ha sido dado el participar de Cristo, es a condición de que mantengamos hasta el fin nuestra firmeza inicial.

Salmo responsorial:
Del salmo 94
Señor, que no seamos sordos a tu voz.
Vengan, y puestos de rodillas, adoremos u bendigamos al Señor, que nos hizo, pues Él es nuestro Dios y nosotros, su pueblo; Él es nuestro pastor y nosotros, sus ovejas.
Hagámosle caso al Señor, que nos dice: "No endurezcan su corazón, como el día de la rebelión en el desierto, cuando sus padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras.
Durante cuarenta años sentí hastió de esta generación. Entonces dije: 'Este es un pueblo de corazón extraviado que no ha conocido mis caminos'. Por eso jure, lleno de cólera, que no entrarían en mi descanso".

Evangelio:
Del santo Evangelio según san Marcos: 1, 40-45
En aquel tiempo, se le acercó a Jesús un leproso para suplicarle de rodillas: "Si tú quieres, puedes curarme". Jesús se compadeció de él, y extendiendo la mano, lo tocó y le dijo: "¡Si quiero: sana!". Inmediatamente se le quitó la lepra y quedó limpio.
Al despedirlo, Jesús le mando con severidad: "No se lo cuentes a nadie; pero para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo prescrito por Moisés".
Pero aquel hombre comenzó a divulgar tanto el hecho, que Jesús no podía ya entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera, en lugares solitarios, a donde acudían a Él de todas partes.
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1 comentario:

  1. Una de las manifestaciones del poder demoledor del pecado es la posesión de riquezas desmedidas, o el manejo de poderes absolutos. Quien acostumbra disponer de dinero y poder en abundancia, puede manejar a las personas como piezas de ajedrez que se intercambian de acuerdo a la propia conveniencia. La Carta a los Hebreos ofrece una estrategia para mantener el corazón sensible y generoso: el dialogo y la exhortación amigable entre los hermanos en un clima de esperanza. De esa sensibilidad a flor de piel, nos da una muestra contundente el Evangelio de san Marcos, cuando nos presenta la actitud empática y compasiva del Señor Jesús que atiende de buena gana el llamado del leproso. Nadie nos obliga a socorrer a los débiles. El amor no requiere de motivaciones legalistas. Los compasivos sienten un impulso, nacido de la convicción creyente de que el Padre compasivo los ha amado primero sin requisitos ni condiciones.

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